Parece claro que la industria se ha dado cuenta de que es hora de adaptarse a los nuevos tiempos, este año las ventas físicas han descendido un 3% mientras el negocio en la red ha crecido un 77%, el servicio de Apple iTunes ha vendido más de 1000 millones de temas. Mientras, según la
RIAA la piratería crece a un ritmo controlado, este han se han sobrepasado los 10 millones de "piratas", alrededor de un 15% más que en el año anterior. Parece clara la necesidad de la industria de tomar soluciones. Es ahí donde aparece la división: mientras las
majors optan por una solución, la mayoría de los sellos independientes toman el camino contrario.
Por un lado las multinacionales de la "cultura" pretenden seguir obteniendo el mayor beneficio de su producto y por tanto intentarán adaptarse a los nuevos tiempos, buscando nuevas vías cómo la de la publicidad por obtener descargas gratuitas, está claro que la publicidad será de productos comerciales de todo tipo y cuanto más comercial sea el "artista" mayor interés habrá por parte de los anunciantes en promocionarlo. Además de esto, se seguirá vendiendo música en formato electrónico y persiguiendo a los "piratas". Hay que pagar para oir, o eso o ver publicidad, todo sea por el bien de la cultura que diría alguna (ministra para más señas). En la industría cinematográfica parece que se seguirá un modelo similar, Amazon tiene previsto comenzar a vender y alquilar peliculas y contenidos televisivos a precios que oscilarán entre los 1.99$ y los 14.99$. Estos contenidos estarán protegidos por un sistema que sólo permitirá su copia a otro equipo pero no su almacenamiento físico en CD o DVD. Con lo que estaremos pagando lo mismo por menos.
Está claro que las
majors seguirán exprimiendo el limón mientras dé zumo y también está claro que seguirá la cruzada contra los piratas y delincuentes (sí, tú!), intentarán cambiarlo todo para que todo siga cómo estaba hasta ahora.
Mientras, la gran mayoría de sellos independientes han visto en el P2P la posibilidad de obtener una promoción gratuita para las obras de sus artistas y muchos de ellos se han desligado de la RIAA (la agencia americana encargada de perseguir la piratería, a nivel usuario) e incluso apoyan el P2P. Bandas cómo Sleater-Kinney, Wilco, The Decemberists, Prefuse 73, Shellac, The Mountain Goats, Sufjan Stevens... son conscientes del cambio que supone internet. El P2P es una promoción constante para sus obras, nadie compra algo que no conoce, el fluir constante de archivos por la red permite que bandas minoritarias puedan salir adelante sin el apoyo de una compañía grande que las edite o pueden servir para lanzar al estrellato a nuevas bandas en cuestión de semanas. Ahí radica el problema: en la imprevisibilidad, en la ausencia de control por parte de las compañías que de esta manera ven difuminado su poder de atracción sobre los clientes.
Pero es ahí dónde radica también el mayor beneficio, la cultura fluye libremente y no hay obra que merezca ser distribuida y conocida que no lo sea, no hay fronteras ni aduanas, es una especie de mercado libre dónde se puede oir, ver y elegir qué es lo que te gusta y que es lo que no. Qué es lo que vale la pena y qué es lo que no merece el precio que piden por él. El poder pasa a manos del consumidor en lugar de estar en manos de las compañías y sus campañas de marketing. A pesar de lo que nos quieran decir, seguimos comprando. Internet y el P2P son la mayor bendición para la cultura y también para la industría del entretenimiento, permiten el acceso instantaneo a todo lo que desees, permiten oir, ver y conocer y, al mismo tiempo también provocan la necesidad de poseer. La necesidad de vivir, las actuaciones en directo se han multiplicado en la última década, al igual que los festivales de música y cine. La cultura goza de una gran salud, quizá sea eso lo que preocupa a las
majors, a ellos la cultura les importa poco. Lo que para ellos vale es, simplemente, el negocio. Su negocio.
Parece claro que, con la nueva situación, ganamos todos: las bandas, la música, la cultura, incluso la industría. Simplemente les cuesta adaptarse, es demasiado costoso e intentarán sacar el mayor partido posible mientras puedan. Después de eso tendrán que sobrevivir cómo puedan, con discos regalados a cambio de ver anuncios comerciales o con campañas cada vez mayores en los medios de comunicación que ellos mismos controlan. De todos modos a nosotros no nos controlan, cada vez huímos más de los medios de comunicación al uso (televisión, prensa, radio) y nos refugiamos en blogs cómo este u otros, en foros y comunidades virtuales, al amparo de la libertad y poder que nos proporciona la red. Libertad que permite fluir la música y la cultura. Esperemos que por mucho tiempo.