Animal Collective - Strawberry Jam
Animal Collective
Strawberry Jam (Domino, 2007)
INDIE-ROCK/FOLK/EXPERIMENTAL El día 10 de septiembre saldrá a la venta el séptimo disco de Animal Collective, el primero para Domino y sin duda el disco más esperado del año. Tantas expectativas venían provocadas por sus magníficos precedentes: Sung Tongs (Fat Cat, 2004) y Feels (Fat Cat, 2005) y por los espectaculares directos de la banda que les han reportado una buena legión de seguidores por todo el mundo. Y en un año plagado de grandes discos, probablemente una de las mejores cosechas de la década, esta expectación no ha sido el mejor aliado de la banda. Y es que Strawberry Jam, a pesar de ser un muy buen disco, está lejos de mejorar a sus predecesores.
En Strawberry Jam la banda de Baltimore ha tratado, con la ayuda de Scott Colburn (Arcade Fire) a la producción, de preservar y transmitir la energía de sus directos. De hecho, los temas del disco los llevaban rodando sobre el escenario desde la gira de Feels en 2005 y en su actual gira practicamente no aparecen en ningún setlist. Y aunque sus intenciones no son malas acaban con el resultado contrario: si en sus directos el factor sorpresa es su principal baza, en Strawberry Jam éste está casi ausente. Es su disco con las estructuras más definidas, el formato canción domina y además su emepeño en transmitir esa intensidad los hace más previsibles y planos. Probablemente sea también su disco más directo y accesible, aunque carece de la magia que hacía crecer sus anteriores entregas a cada escucha. Y si aquí el conjunto falla cómo no lo hacía en Sung Tongs o Feels, hay temas que si podrían estar a la altura de sus mejores momentos porque si algo queda claro es que Animal Collective han conseguido perfeccionar la fórmula con la que entregan esas maravillosas, demenciales y sorprendentes píldoras de pop del siglo XXI: For Reverend Green es un despliegue de locura delicioso y Fireworks es de lo mejor que he oido este año. Además el disco está plagado de buenos momentos, de belleza caótica, de voces alteradas, de sus típicas percusiones y su extravagante mezcla de estilos, aunque cómo decimos tanta expectación suele pesar demasiado. La idea que nos solemos hacer siempre acaba siendo decepcionada y eso mismo sucede aquí, incluso el corazón roto que representa la horrible portada bien podría simbolizarlo. Aunque no dudo que seguirán entregando buenos álbumes cómo este, también tengo claro que llegará alguno mejor y por eso el pequeño trauma. De hecho la cara B de su primer single Peacebone será Safer, uno de los dos temas que solían interpretar en directo y que también se grabaron en las sesiones del álbum (el otro es Street Flash), casi diez minutos con la variedad y frescura de las que carece Strawberry Jam. Tendremos paciencia y confiaremos en ellos. Y que mi decepción no impida que disfrutes del álbum.
En Strawberry Jam la banda de Baltimore ha tratado, con la ayuda de Scott Colburn (Arcade Fire) a la producción, de preservar y transmitir la energía de sus directos. De hecho, los temas del disco los llevaban rodando sobre el escenario desde la gira de Feels en 2005 y en su actual gira practicamente no aparecen en ningún setlist. Y aunque sus intenciones no son malas acaban con el resultado contrario: si en sus directos el factor sorpresa es su principal baza, en Strawberry Jam éste está casi ausente. Es su disco con las estructuras más definidas, el formato canción domina y además su emepeño en transmitir esa intensidad los hace más previsibles y planos. Probablemente sea también su disco más directo y accesible, aunque carece de la magia que hacía crecer sus anteriores entregas a cada escucha. Y si aquí el conjunto falla cómo no lo hacía en Sung Tongs o Feels, hay temas que si podrían estar a la altura de sus mejores momentos porque si algo queda claro es que Animal Collective han conseguido perfeccionar la fórmula con la que entregan esas maravillosas, demenciales y sorprendentes píldoras de pop del siglo XXI: For Reverend Green es un despliegue de locura delicioso y Fireworks es de lo mejor que he oido este año. Además el disco está plagado de buenos momentos, de belleza caótica, de voces alteradas, de sus típicas percusiones y su extravagante mezcla de estilos, aunque cómo decimos tanta expectación suele pesar demasiado. La idea que nos solemos hacer siempre acaba siendo decepcionada y eso mismo sucede aquí, incluso el corazón roto que representa la horrible portada bien podría simbolizarlo. Aunque no dudo que seguirán entregando buenos álbumes cómo este, también tengo claro que llegará alguno mejor y por eso el pequeño trauma. De hecho la cara B de su primer single Peacebone será Safer, uno de los dos temas que solían interpretar en directo y que también se grabaron en las sesiones del álbum (el otro es Street Flash), casi diez minutos con la variedad y frescura de las que carece Strawberry Jam. Tendremos paciencia y confiaremos en ellos. Y que mi decepción no impida que disfrutes del álbum.
Video: Fireworks
1 comentario:
Yo solo escuché el Sung Tongs. Vamos a ver qué tal está.
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