INDIE-ROCK/EXPERIMENTAL Deerhunter son un quinteto de Atlanta, Georgia.
Cryptograms es su segundo álbum hasta la fecha, la trayectoria de la banda ha sufrido numerosos altibajos desde su formación en 2001, el más dramático fue la perdida de uno de sus miembros en un accidente mientras practicaba
skateboarding. Debutaron con
Turn It Up Faggot (
Stickfigure, 2005) con el objetivo de alcanzar una identidad sonora a medio camino entre la calma hipnótica del
ambient, la música minimalista y la crudeza del
garage infectada con distorsiones propias de los primeros 90. Su primer intento no dió en la diana pero los encaminó hacia el camino a seguir.
Con este
Cryptograms logran su objetivo y entregan un álbum no apto para todos los gustos y de digestión dificil para aquellos paladares acostumbrados a la música
fast-food. Alcanzan el discurso propio que buscaban a pesar de que el disco se podría dividir en dos mitades (casi) completamente contrapuestas. Emplearon más de un año y medio en la composición y grabación del disco, la primera parte (hasta
Red Ink) fue grabada dos veces, en la primera sesión no alcanzaron los resultados deseados producto de problemas técnicos y personales, con ataques de pánico incluidos. Este fracaso en la busqueda de su sonido los llevo al desánimo y casi al abandono. Hasta que un año después de grabar su primer album se reunieron en el mismo pequeño estudio y grabaron toda la primera parte del álbum en una sóla sesión. Esta primera parte es la más turbia y cruda, refleja el ambiente de ansiedad, problemas psicológicos, angustia y miedo a la muerte en el que estaban inmersos. En lo musical el disco se abre con una intro angustiosa y opresiva que da paso al tema que le da título, puro y crudo
post-punk aderezado con algún que otro chispazo electronico que deja paso a
White Ink, un mantra de
feedback que nos entrega a
Lake Somerset pura catarsis
psych-noise. En esta primera mitad también destaca el subidón
space-rock de
Octet, si antes podían sonar a
Liars o
Sonic Youth, aquí retumba a
Spacemen 3.
Todo ello sin perder un ápice de originalidad y sin que la cohesión del conjunto se resienta lo más mínimo. Incluso en la segunda parte, mucho más pop y menos opresiva que la primera, el album se sigue manteniendo cómo un todo producto de las guitarras infectadas y las brumas electrónicas que plagan el conjunto y que ahora los remiten al
dream pop o al
shoegaze de los primeros 90. Esta mitad, grabada en noviembre de 2005 también en una sola sesión, se abre con
Spring Hall Convert, dónde ya se anuncia
"... so I wake up...", la pesadilla parece haber terminado. Le siguen los dos temas más pop -
Strange Lights y Hazel St.- con voces más claras, melodías más limpias y letras menos oscuras acerca de la adolescencia. Otro tema a destacar de esta segunda parte es
Heatherwood en la que las percusiones y la electrónica toman el papel dominante acompañadas por guitarras lánguidas que termina con un mántrico
"Was not seen again" repetido hasta el infinito.
Sin duda estamos ante un disco dificil de abordar pero que recompensa con creces al oyente paciente. Una mezcla explosiva del
underground de los últimos 20 años escupido con una personalidad sin límites ni complejos. En Abril se editará un nuevo EP:
Fluorescent Grey, con varios temas grabados durante la mezcla de
Cryptograms y que se podrá adquirir por separado o cómo extra de lujo en la edición en 2xLP que también se lanzará ese mismo mes.
MP3: HeatherwoodVideos: Strange Lights,
Lake Somerset de
Cryptograms (Kranky, 2007) y
Oceans de
Turn It Up Faggot (Stickfigure, 2005)